lunes, 4 de junio de 2012

Los Santos Inocentes


Vamos a realizar un trabajo sobre Los santos inocentes, una obra de Miguel Delibes, que ya hemos trabajado antes en clase al ver la película.
Argumento:
Azarías es un campesino, deficiente mental, que lleva a cabo sencillas tareas rurales en la Jara, un cortijo enorme. Cuando el dueño lo expulsa, se va a vivir con su hermana, la Régula, casada con Paco, el Bajo, y madre de dos hijos y dos hijas, una de las cuales, la Niña Chica, es una muchacha que lleva una vida vegetativa, debido a una parálisis cerebral. De cuando en cuando, emite unos alaridos sobrecogedores, y Azarías la calma diciéndole las mismas palabras que dice al búho o a la grajeta amaestrados: «Milana bonita». Azarías ama apasionadamente a su sobrina y sus pájaros.  Por otra parte, su cuñado, Paco el Bajo, insustituible ayudante del señorito Iván en sus cacerías, se quiebra una pierna al caer de un árbol mientras ayudaba a éste. La nula consideración del cacique hace que Paco se lesione por segunda vez, ya que aquél no le ha permitido guardar el descanso prescrito por el médico. Como el señorito se queda sin “secretario” y no quiere ni puede prescindir de la caza,  pide que lo acompañe Azarías. En una ocasión en que no consigue abatir ningún pájaro, Iván observa cómo cruza el cielo una bandada de grajos. En esa bandada va la  “milana” de Azarías. Éste, inocentemente, emite el «quiá» con que suele llamar a su grajeta, y, cuando ésta baja a posarse sobre el hombro de su dueño, cae abatida por un disparo de Iván. Azarías queda desconsolado: «La Niña Chica llora porque el señorito  me ha matado la milana», dice Azarías al escuchar uno de los alaridos de su sobrina. Cuando vuelve a salir por la tarde, se lleva a cabo la terrible venganza del  inocente. Con la muerte de  Iván a manos de Azarías, termina la obra.
Temas:
Son varios los temas que plantea la obra de los cuales vamos a destacar tres: la educación
de los desheredados, el espíritu cristiano en la España franquista y la confrontación entre
servidores y amos o injusticia social. El tratamiento anecdótico de estos tres temas permite no sólo airear problemas de hondo calado que socavaban la sociedad española de los primeros años sesenta, sino caracterizar con singular eficacia a los distintos personajes.
Delibes plantea, como tema fundamental de esta novela, una pura situación de  injusticia
social; injusticia que se hace más flagrante por la sumisión con que es aceptada. La rebelión final de uno de los sometidos vendría a constituir una reacción lógica a una tan injusta situación. Los elementos que configuran la injusticia van acumulándose, acrecentándose a lo largo de la novela; la distancia entre amos y siervos se hace, así, cada vez mayor.
La injusticia no sólo se percibe en los signos externos que reflejan el modo de vida de unos
y otros (casa, vestido, ocupaciones, etc.). Va unida, en primer lugar,  al desprecio por los
semejantes, del que la novela tiene sobrados momentos. La injusticia también se percibe en los abusos que cometen los amos (la Nieves es obligada a servir, Paco es obligado, aún impedido, a ir a una batida).
Pero el fin de la injusticia se ve aún más lejano cuando se comprueba la sumisión con que
la aceptan los inocentes. De esto son buenos ejemplos Paco, el Bajo y la Régula. Sólo el Quirce
manifiesta un principio de rebeldía: su silencio, su indiferencia enfadan al señorito.
Ante la perpetuación de la injusticia, la rebelión  trágica se abre paso como reacción
inevitable. Pero no se trata de una rebelión política ni social de largo alcance,  sino de una
venganza individual: el Azarías llega al crimen sólo porque una pasión (la cinegética) hachocado con otra pasión (su amor por la milana). Pero al lector este crimen se le aparece como algo más, como un acto de justicia natural que posee dos características: estar exento de
culpabilidad (lo comete un retrasado mental) y constituir un resarcimiento de todos los humildes por las injusticias sufridas.
La educación.
- Régula sabe de la importancia de escolarizar a sus hijos, por lo que la
opinión de Azarías, oída en la Jara “luego no te sirven ni para finos ni para bastos”, la disgusta.
Régula confía en la capacidad emancipadora de la educación; sabe que no quiere para ellos una vida de humillación crónica. Pero contra su voluntad se alza el despotismo de los señores, que manejan a su antojo la vida de los criados, un despotismo que se vuelve grotesco en la figura de Pedro, el
Périto, en la medida en que ni es sino un déspota vicario de aquel que, en primer grado, ejercen la Marquesa y su hijo Iván. Nieves no pudo ir a la escuela porque hubo de pasar cinco años en la linde de la finca, y ahora tampoco porque el administrador la quiere como criada gratuita. Si la educación de Nieves resulta así burlada, otro tanto ocurrirá con la educación de los adultos, en un episodio interpolado y puesto en la memoria de Paco. Se trata de las clases de alfabetización que impartieron tiempo atrás, al concluir la jornada, dos señoritos venidos de Madrid. Es éste el único episodio que contiene elementos humorísticos por cuenta de la ignorancia de los campesinos. Delibes rentabilizará este episodio en el Libro cuarto, donde Iván se jactará ante su invitado francés del esfuerzo que ha supuesto conseguir que los criados logren a duras penas escribir su nombre.  Inscrita en la educación se encuentra otro tema. La formación religiosa, la catequesis que sirve al adoctrinamiento del niño en la fe y la moral cristiana al objeto de prepararlo para la comunión. El Concilio Vaticano II, que celebraba sus sesiones cuando Delibes escribía los tres  primeros libros estaba representando una modernización sin precedentes en el seno de la Iglesia. A Delibes, que siempre ha declarado su igualitarismo cristiano, aquel movimiento de apertura a otros credos religiosos, de fomento del apostolado de los seglares a los laicos, tuvo que parecerle esperanzador. El deseo de la muchacha de hacer su Primera Comunión se convierte entre los personajes opresores, en especial Pedro y su esposa, en motivo de regocijo y burla, como si Nieves hubiese expresado unas pretensiones fantasiosas o extravagantes. Él rechaza el deseo “¿qué base tiene la niña para hacer la comunión?”, dice Pedro; ella lo corrompe “¿no será un zagal lo que tú estás necesitando?”, se burla Purita. El señorito Iván achaca al “dichoso Concilio” que la joven
Quiera comulgar y, con intensa zafiedad, añade: “las ideas de esta gente, se obstinan en que se les trate como a personas y eso no puede ser”. Delibes agrega una nota de degradación a la escena: el señorito, que concibe los sacramentos como prerrogativas, mientras rebaja a Nieves y a sus iguales a una categoría infrahumana, se asoma al escote de Pura, que coquetea con él sin rebozo, ante la mirada enfurecida de Pedro. Éste volverá a equiparar a los criados con los animales cuando Miriam, compadecida, pregunte qué mal hay en que Nieves haga la Comunión: “su padre no tiene más alcances que un guarro”, y lo mismo ocurrirá cuando Paco se fracture el hueso y Manolo, el médico, le diga a Iván: “tú eres el amo de la burra”.




El tiempo narrativo:
No existe en la novela ninguna fecha explícita que indique el año en que transcurre. Hay, sin
embargo, en el libro segundo una referencia al Concilio, que muy bien podría tratarse del Concilio Vaticano II, celebrado en Roma de 1962 a 1965. Otro detalle puede ser el uso del tractor en las labores agrícolas, inicio de la mecanización del campo, que se produjo en los años iniciales de los sesenta. También se alude en la novela a la masiva migración a las ciudades, que se produjo en esa época. Por tanto, se puede afirmar que la mayor parte de los acontecimientos del relato se sitúa en torno a los primeros años de la década de los sesenta.

El espacio:
El paisaje es uno de los ingredientes fundamentales de las novelas de Miguel Delibes. Para
el novelista, el paisaje no es una mera acotación escénica separada del hecho narrativo, sino que posee una gran relevancia temática y cumple una función integradora, ya que los personajes se reconocen en él y los conflictos y las pasiones tienen casi siempre una referencia al marco en que se producen. Normalmente sitúa la mayoría de sus narraciones en Castilla, y predominan las historias situadas en zonas agrícolas y rurales, con predominio del minifundio (pequeñas parcelas). Sin embargo, el espacio en que Delibes sitúa Los santos inocentes resulta novedoso, ya que los cortijos no son característicos de la región castellana. Aunque esta novela presenta concomitancias con el paisaje rural de otras obras  del autor (explotación agrícola, conjunto de viviendas y terreno que las rodea, profusión de animales y plantas), presenta una diferencia fundamental: se trata de un latifundio, propiedad extensa que pertenece a una sola persona. El paisaje se resiente de esta concentración de la propiedad: la jerarquización es más radical; los vínculos que ligan a quienes lo habitan son muy variados; la estructura del paisaje es, por consiguiente, distinta.
Por algunas alusiones en la novela, se trataría de un cortijo situado cerca de la frontera
con Portugal. Por otro lado, las explotaciones latifundistas llamadas “cortijos” sólo existen, entre las provincias limítrofes con Portugal, en Salamanca, Cáceres, Badajoz y Huelva.
Delibes prefiere no concretar el lugar de la acción, aunque es claro que sobrepasa los límites
de Castilla. Lo que desea más bien es dibujar la realidad del latifundio, profundizando en su
organización social. Al autor no le importa tanto pintar una zona concreta, como reflejar un marco en que insertar de forma creíble las vidas de los hombres que lo pueblan.

Personajes:
* El Azarías: es una de las figuras más completas de toda la novelística de Delibes. Aunque su presencia es constante en toda la novela, es en los libros primero, tercero, quinto y sexto donde se nos facilitan, mediante la repetición y la variación, los detalles que completan su perfil humano.
El Azarías posee tres características esenciales:
-Es “inocente”, es decir, retrasado mental, lo cual condiciona muchos de los aspectos de su conducta.
-Es viejo, “para San Eutiquio sesenta y un años”.
-Es un hipermarginado entre los habitantes pobres de los cortijos, una persona a la que los amos mantienen por caridad.
Las milanas: Las milanas forman parte sustancial de la vida de Azarías y son objeto de su
absoluta dedicación y cuidado; se constituyen en verdaderos personajes.
Para otros personajes de la novela son “carroña”, pero para Azarías valen más que cualquier
ser humano. En ellas encuentra  Azarías la posibilidad de comunicación (él las llama y los
animales le contestan rápidamente) y agradecimiento, que no halla en los hombres. Azarías
experimenta, con ellas, el sentimiento de tristeza por la muerte. La personificación que Azarías hace de las milanas se observa, por ejemplo, en el entierro del Gran Duque como si se tratase de un ser humano. La grajeta tiene para él tanto valor que es capaz de matar a una persona por ella.
* Paco, el Bajo: Este personaje adquiere una doble función: por un lado es el paradigma del
modo de vida de los sirvientes del cortijo, pero al mismo tiempo está muy bien caracterizado,
dotado de rasgos peculiares, individuales. Análisis de  Los santos inocentes  de Miguel Delibes / Loza Lo que más destaca de su conducta es la sumisión, asumiendo de forma natural y resignada su condición de siervo.
* El señorito Iván: Este personaje presenta una serie de  rasgos negativos; en él es muy
difícil hallar algún rasgo de bondad. Asume totalmente su  condición de amo y no permite que nada pueda limitarla. Su mentalidad feudal le lleva a establecer relaciones  de permanente dependencia con sus siervos, a mantener en todo momento la jerarquía (“unos abajo y otros arriba, es ley de vida ¿no?”), con una ausencia total de conciencia social hacia los humildes.  Su talante autoritario se manifiesta en muchos detalles: obligar a Paco a que le llame de usted siendo aún un niño, obligar a la Nieves al acto servil de quitarle los botos,... Todo ello acompañado de un paternalismo que refuerza aún más su condición de amo.
Don Pedro, el Périto, el opresor-oprimido, es presa de celos y de impotencia.
La señorita Miriam, signo de conciencia social entre los acomodados.
El Quirce es símbolo de la insumisión y el antisedentarismo de los humildes.
La Régula significa la determinación en el amor al prójimo (hacia Azarías, por ejemplo, o
hacia la Niña Chica) y la disposición para el servicio.
La Niña Chica es uno de los personajes más conseguidos. Su “inocencia” consiste en una
subnormalidad profunda patente en sus rasgos físicos. Constituye la imagen más impresionante de
la degradación.
Quizás lo que más sobrecoge de ella es su “berrido  lastimero”, que puede  “interpretarse
como el quejido constante y no escuchado de los individuos que nuestra sociedad  margina”.
El Rogelio se ocupa del tractor y de su tío, el Azarías (le entretiene, le regala una milana).
En él hallamos signos de contacto con el progreso y sentimientos de afecto por los necesitados.
La señora Marquesa mantiene una actitud paternalista, de aparente protección a los
humildes, que en realidad responde al deseo de demostrar ante ellos su posición social.
Doña Purita es un ejemplo de frivolidad. Sus devaneos, su actitud desafiante hacia don
Pedro, su marido, muestran a una mujer con una sola intención: la conquista del señorito Iván.

Estilo:
Decía Sanz Villanueva  que la narrativa de Delibes se fundamenta en una concepción
comunicativa de la literatura: la novela, tal como él la entiende, expone artísticamente un conflicto humano. Eso es lo fundamental en su voluntad. En su obra hay una  extraordinaria intensidad emotiva, una rigurosa ascesis de elementos descriptivos, una deriva poemática de lo narrativo, una presentación gráfica que aproxima la línea de página al versículo de la lírica.
La oralidad es en la obra el ingrediente que capta con maestría el escritor. Ramón García
Domínguez  elogia la agudeza del literato con estas palabras:  «Delibes es pura observación —
escribe—, mirada atenta y fascinada, oído alerta, predisposición total para lo genuino y, por ende, para el asombro. De ahí su precisión para el timbre exacto de un personaje, para la palabra justa” El estilo de Los santos inocentes responde al punto de vista adoptado por el autor, que se sitúa, del lado de los personajes inocentes y nos revela su mundo mediante un registro lingüístico que ha de coincidir con el habla de tales personajes. El lenguaje es condensado, esencial, ágil. El narrador adopta, como principal instrumento lingüístico textual, el lenguaje de base oral (que se verá más adelante con detalle). Pero, por  otro lado, percibimos la presencia de un escritor que domina la lengua culta, el uso literario de la lengua y que intercala en el discurso oral numerosos fragmentos elaborados literariamente (que también se estudiarán más adelante). El resultado es un libro lleno de precisión y de lirismo, de verosimilitud y de belleza. En cuanto a las formas de expresión, en la novela predominan la narración y el diálogo. No obstante, el autor intercala frecuentemente en la narración fragmentos descriptivos, casi todos ellos referidos al marco de los acontecimientos y al retrato de los personajes. Es en los momentos descriptivos donde hallamos los signos más claros de elaboración literaria presentes en la novela.

Es un libro, no hay banda sonora.

Miguel Delibes

Galardones:
Premio Nadal, por La sombra del ciprés es alargada (1947)
Premio Nacional de Narrativa, por Diario de un cazador (1955)
Premio Fastenrath de la Real Academia Española, por Siestas con viento sur (1957).
Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1982)
Investido doctor honoris causa por la Universidad de Valladolid (1983)
Premio de las Letras de Castilla y León (1984)
Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de la República Francesa (1985)
Nombrado Hijo Predilecto de Valladolid (1986)
Investido doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid (junio de 1987)
Premio Ciudad de Barcelona, por Madera de héroe
Investido doctor honoris causa por la Universidad de El Sarre (1990)
Premio Nacional de las Letras Españolas (1991)
Premio Miguel de Cervantes (1993)
Medalla de Oro de la provincia de Valladolid (1993)
Investido doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá de Henares (1996)
Premio Luka Brajnovic de la Comunicación, otorgado por la Universidad de Navarra (1997)
Investido Ingeniero de Montes de Honor Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes (1998)
Premio Nacional de Narrativa, por El hereje (1999)
Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (1999)
Premio Vocento  a los valores humanos (2006)
Investido doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca (2008)
Nombrado Hijo Adoptivo de Molledo, Cantabria (2009)
Medalla de Oro de Castilla y León, entregada por el presidente de la Junta de Castilla y León (2009)
Medalla de Oro al Mérito Turístico del Gobierno de Cantabria (2009)

Novelas

La sombra del ciprés es alargada (1947). Premio Nadal
Aún es de día (1949)
El camino (1950)
Mi idolatrado hijo Sisí (1953)
Diario de un cazador (1955). Premio Nacional de Literatura
Diario de un emigrante (1958)
La hoja roja (1959). Premio de la Fundación Juan March
Las ratas (1962). Premio de la Crítica
Cinco horas con Mario (1966)
Parábola del náufrago (1969)
El príncipe destronado (1973)
Las guerras de nuestros antepasados (1975)
El disputado voto del señor Cayo (1978)
Los santos inocentes (1981)
Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983)
El tesoro (1985)
377A, Madera de héroe (1987). Premio Ciudad de Barcelona
Señora de rojo sobre fondo gris (1991)
Diario de un jubilado (1995)
El hereje (1998). Premio Nacional de Literatura
Relatos
La partida (1954)
Siestas con viento sur (1957). Premio Fastenrath
Viejas historias de Castilla la Vieja (1964)
La mortaja (1970)
Viejas historias y cuentos completos (2006)

Ensayos y artículos
Castilla en mi obra (1972)
Un año de mi vida (1972)
Vivir al día (1975)
SOS : el sentido del progreso desde mi obra (1976)
Un mundo que agoniza (1979)
El otro fútbol (1982)
La censura en los años cuarenta (1984)
Castilla habla (1986)
Mi querida bicicleta (1988)
Castilla, lo castellano y los castellanos (1988)
Mi vida al aire libre (1989)
Pegar la hebra (1990)
La vida sobre ruedas (1992)
Un deporte de caballeros (1993)
25 años de escopeta y pluma (1995)
He dicho (1996)
Los estragos del tiempo (1999)
Castilla como problema (2001).
Delibes-Vergés. Correspondencia, 1948-1986 (2002)
España 1939-1950: Muerte y resurrección de la novela (2004)
La tierra herida: ¿qué mundo heredarán nuestros hijos? (2005). Escrito conjuntamente con su hijo Miguel Delibes de Castro

Adaptaciones al cine
El camino, Ana Mariscal (1964) adaptación de la novela homónima Reparto: Julia Caba Alba, Joaquín Roa, Mary Delgado, y Maruchi Fresno
Mi idolatrado hijo Sisí, adaptada con el título de Retrato de familia, Antonio Giménez-Rico (1976). Reparto (Antonio Ferrandis,Amparo Soler Leal, Mónica Randall o Miguel Bosé).
El príncipe destronado, adaptada con el título de La guerra de papá, Antonio Mercero (1977).
Los santos inocentes, Mario Camus (1984). Premio en Cannes incluido a Francisco Rabal y Alfredo Landa.
El disputado voto del señor Cayo, Antonio Giménez-Rico (1986). Con Francisco Rabal y Juan Luis Galiardo.
El tesoro, Antonio Mercero (1988). Una de las primeras películas de José Coronado como protagonista.
La sombra del ciprés es alargada, Luis Alcoriza (1990).
Las ratas, Antonio Giménez-Rico (1996).
Diario de un jubilado, adaptada con el título de Una pareja perfecta, Francesc Betriú (1998). Pareja protagonista José Sazatornil"Saza" y Antonio Resines.

Mario Camus

Año Título
2007 El prado de las estrellas

2002 La playa de los galgos

1999 La ciudad de los prodigios

1998 La vuelta de El Coyote

1997 El color de las nubes

1996 La Celestina

1995 Chi Chi Chirla y el mar

1993 Sombras en una batalla

1992 Después del sueño

1990 La Mujer y el Pelele

1987 La rusa

1987 La casa de Bernarda Alba

1985 La vieja música

1984 Los santos inocentes

1982 La colmena

1978 Los días del pasado

1975 Los pájaros de Baden-Baden

1972 La leyenda del alcalde de Zalamea

1967 Con el viento solano

1967 Al ponerse el sol

1966 Cuando tú no estás

1964 Young Sánchez

1963 Muere una mujer


Conclusión:
Es un trabajo muy largo y costoso, pero comprendes la situación de nuestro país en el pasado, y de paso aprecias un gran trabajo tanto filmográfico como histórico, en el que cualquier detalle es explicado a la perfección.

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